Existen cantidad de factores que influyen en nuestra concentración al volante, tanto dentro como fuera del vehículo.
Por cuarto año consecutivo, las distracciones al volante siguen siendo la principal causa de accidentes mortales de tráfico. Concretamente el año pasado, la distracción volvió a aparecer como un factor concurrente en un 28% de los accidentes con víctimas mortales, según la DGT.
La mayor parte de los conductores somos bien conscientes de los peligros que representa conducir bajo los efectos del alcohol o de las drogas, pero sin embargo, damos mucha menor importancia a otros factores de riesgo como el uso del teléfono móvil mientras que se conduce, comer o beber dentro del vehículo u otras conductas imprudentes. Esto no hace sino acrecentarse conforme vamos teniendo mejor experiencia al volante, ya que nos autoengañamos pensando que controlamos mucho más de lo que en realidad hacemos.
Así, el año pasado el 38,5% de los conductores denunciados por desatención al volante, estaban mirando el móvil. Es un dato alarmante, ya que en un Estudio de Línea Directa se apunta que la mitad de los conductores utilizan de una forma u otra el móvil mientras conducen.
Pero la conducción es un tema muy serio que implica que hemos de estar atentos a todos los estímulos que recibimos.
Muchas veces bajamos la guardia al volante porque la carretera nos resulta familiar o porque es monótona y nos fijamos en el paisaje, la publicidad de las carreteras o peor aún… los mensajes del móvil. También nuestras propias circunstancias nos pueden afectar: El no haber dormido bien, haber tomado alguna copa, algún medicamento o incluso si llevamos mucho tiempo sin parar.
El mismo conductor no presenta siempre el mismo nivel de conducción. Varía en función del momento o de sus circunstancias por lo que no debemos bajar nunca la guardia bajo ningún concepto.
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¿Cuáles son las principales distracciones al volante?
Nos podemos distraer de mil maneras: Con una discusión acalorada, por mirar el GPS, al cambiar de emisora, por recibir una llamada telefónica, al estar pendiente de los niños o mascotas … todo ello ocurre cuando estamos conduciendo y nos parece cotidiano, pero hemos de extremar el cuidado en todo momento.
Algunos de los que ocasionan mayor número de problemas son:
- El uso del teléfono móvil: Mejor no usarlo bajo ningún concepto. Hay que apagarlo o dejarlo sin sonido lejos de nosotros. Si no, usarlo con manos libres aunque usarlo así también baja importantemente la concentración.
- El uso del GPS: Hay que programarlo antes de salir. Si queremos hacer algún cambio en la ruta, mejor parar el coche.
- Atención a los niños y las mascotas. Hay que asegurarles bien dentro del vehículo y parar siempre que sea necesario.
- Aprovechar el tiempo en los semáforos o retenciones para maquillarse, leer, buscar objetos en la guantera, etc…
- Comer y beber dentro del vehículo
- Tabaco: Está totalmente desaconsejado fumar mientras se conduce, ya que cuando el cigarrillo se enciende, se está pendiente de la ceniza, de apagarlo…
Recuerda siempre que si no quieres parar, gran parte de las cosas que haces en el coche, las pueden hacer otros pasajeros por ti.
En USA se llevó a cabo una encuesta en la que se preguntaba qué era lo que más distraía a los conductores al volante y el resultado fue el siguiente:
- Hablar con otros pasajeros
- Cambiar de emisora
- Ajustar el aire acondicionado
- Comer y beber dentro del coche
- Uso del teléfono móvil
Es curioso que nombraran el uso del teléfono móvil en el último lugar, ya que una persona que utiliza el móvil para leer o enviar mensajes mientras conduce tiene 23 veces más probabilidades de sufrir un accidente de tráfico que alguien que no lo hace.
Por otro lado, el mero hecho de hablar por teléfono hace que bajemos nuestra concentración en un 37%. Aún así, un 19% de todos los conductores siguen con esa práctica (que llega hasta el 36% en los conductores jóvenes de entre 18 y 27 años).

Información extraída de dgt
El móvil, el Rey de las distracciones
Es el peor elemento en la distracción del conductor, y su uso es equiparable al riesgo de conducir bajo los efectos del alcohol.
Al consultar el móvil apartamos la vista de la carretera y esos instantes que nos parecen insignificantes hace que perdamos el control de la situación e incurrir en un accidente de consecuencias trágicas.
La multitarea es realmente un mito, el hecho de mirar unos segundos el móvil hace que requiera una cantidad superior para readaptarse a la conducción.
Según el informe de distracciones elaborado por el RACE, el 96% de los usuarios encuestados confiesa haber visto a otros conductores usando el móvil. Además el 18% de los conductores confiesan haber usado las redes sociales mientras conducen. Este porcentaje es todavía mucho más elevado entre los conductores nobeles de entre 18 y 24 años.
Con respecto a futuros conductores, así como a los conductores nobeles es muy importante seguir las siguientes recomendaciones:

Información extraída de dgt
- Dar un buen ejemplo. Según Pew Research un 40% de jóvenes entre los 12 y los 17 años han sido testigos de conductas inapropiadas e incluso temerarias de sus padres al volante.
- Apagar los móviles o quitarles el sonido y mantenerlos alejados de nosotros.
- Hablar con los jóvenes sobre los riesgos y responsabilidades inherentes a la conducción.
- Establece unas reglas familiares sobre el uso del móvil mientras se conduce; Incluso se podría hacerles firmar un contrato con condiciones de uso de móvil, de no beber…. Haciéndoles responsables de sus actos incluso pagando multas si se lo saltan como castigo a sus conductas.
Todos nos hemos de mantener alerta, pero no hemos de olvidar que el perfil más peligroso al respecto es de un conductor joven con poca experiencia al volante.
Y conduciendo tenemos que estar siempre pendientes de los estímulos que nos rodean
También hemos de tener en cuenta que hay personas que se distraen más fácilmente que otras, por lo que también hemos de tomar en consideración que:
- El estado físico del conductor es determinante. Tras varias horas la atención decrece importantemente
- Hemos de mantener un buen ambiente en el vehículo: Sin ruidos ni conversaciones que exalten
- En un viaje largo hemos de parar al menos cada dos horas